5 bellas razones para rezar los misterios gloriosos

El Santo Rosario es una oración tradicional que nos permite meditar en los acontecimientos principales de la vida de Cristo, también conocidos como Misterios.
La oración del Santo Rosario está compuesta por 4 categorías de Misterios asociados a la vida de nuestro Señor Jesús:

¡5 bellas razones para rezar los misterios gloriosos!
El Santo Rosario es una oración tradicional que nos permite meditar en los acontecimientos principales de la vida de Cristo, también conocidos como Misterios.
La oración del Santo Rosario está compuesta por 4 categorías de Misterios asociados a la vida de nuestro Señor Jesús: los Misterios Gozosos, los Misterios Luminosos, los Misterios Dolorosos, y por último, los Misterios Gloriosos, que juntos nos permiten contemplar a Cristo a través de la mirada de María.

Rezar el Santo Rosario es muy sencillo; según nuestra disponibilidad, podemos rezar el Rosario completo, meditando en las 4 categorías de misterios existentes, o rezar solamente los misterios del día (una sola categoría), teniendo en cuenta que cada misterio incluye la recitación de un Padre Nuestro, 10 Avemarías y un Gloria.
Como cristianos, nuestro deber no consiste en intentar comprender o descubrir las explicaciones de cada Misterio, sino en profundizar en cada uno de ellos, al ser tesoros espirituales que permiten iluminar nuestro camino y recibir hermosas gracias. 
En esta ocasión, te proponemos rezar los Misterios Gloriosos, que corresponden al Rosario de los miércoles y domingos. A continuación, te compartimos 5 hermosas razones para rezar estos misterios:
¡Los Misterios gloriosos exaltan a Cristo resucitado y revelan el camino trazado entre el cielo y la tierra!, por eso, antes de rezar cada decena del rosario para meditar en estos misterios, podemos pedir a Dios una gracia particular para que este tiempo de oración lleve abundantes frutos. Por ejemplo:
  • Una fe más grande y viva, a través del misterio de la resurrección de Cristo. Jesús resucitado es el centro de la fe cristiana. Al meditar en su resurrección, volvemos nuestra mirada a todo aquello que nos hace vivir.
  • Una esperanza fuerte y desapego de los bienes terrenales, mediante la Ascensión de Cristo. Este misterio nos invita a volver la mirada hacia Jesús y a seguirle. Jesús nos ha mostrado el camino, así que, ¡pongámonos en marcha para seguirle!
  • El derramamiento del Espíritu Santo, en nuestros corazones y en el mundo entero, por medio del misterio de Pentecostés. Del mismo modo en que los discípulos y María oraron con fervor hasta ser llenos del Espíritu santo, nosotros también estamos llamados a abrir nuestros corazones a este soplo apostólico, para poder ser portadores de la Buena Noticia en todas las naciones de la tierra.
  • La gracia de una buena muerte con el misterio de la Asunción de María. Entreguemos a María ese momento en el que todos debemos comparecer ante Nuestro Padre Celestial. Pidámosle a María que esté a nuestro lado y nos conduzca de su mano hacia el Señor.
  • La confianza en María, mediante su coronación. La Virgen María es Reina del Cielo, por eso, Jesús nos invita a acogerla en nuestras casas, tal como hizo San Juan Evangelista. Te invitamos a descubrir hasta qué punto su presencia en nuestras vidas es un apoyo y una fuerza que nos ayuda a recorrer nuestro camino hacia el Cielo.
Hermanos, ¡meditemos en los misterios gloriosos, y revivamos esa gran alegría que nos recuerda la victoria de Cristo sobre el mal!

 

Escrito por: Alice Ollivier

Traducido y adaptado del francés por: Sharael Sánchez

Artículo en colaboración con Hozana.org | Imagen de Thiago Damião

 

 

 

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